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Fantasmas en el Hostital del Pino |
Ruidos raros y gemidos, objetos que desaparecen, ascensores que se gobiernan solos. Trabajadores del Hospital de El Pino situado en Las Palmas de Gran Canaria (hospital más conocido con el nombre de CLÍNICA DEL PINO) dicen que en el edificio ocurren fenómenos muy extraños. |
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Los extraños fenómenos que, según algunos trabajadores y aficionados a la parapsicología ocurren en el viejo Hospital de El Pino desde que el edificio cerró sus puertas hace más de 4 años son dignos de un caso de agentes FBI, Mulder y Scully, los famosos expertos en expedientes X de la serie televisiva. O de Jiménez del Oso.
El actual guardián del edificio asegura categórico que allí no ocurre nada y que todo son habladurías, pero algunas limpiadoras aseguran que los objetos cambian de sitio o desaparecen, sin que puedan atribuir dicho fenómeno a una explicación lógica. Una de ellas explica que ha visto como un bolígrafo o un paño del polvo desaparecían del lugar donde lo habían dejado. "Y allí no había entrado ninguna otra persona", aclara. Añade que los vigilantes de seguridad que había hace años en el inmueble se negaban a trabajar solos durante la noche y exigían ir en pareja, porque se oían ruidos extraños y gemidos.
"Algo pasa", dice su compañera, que atribuye los fenómenos a la existencia de espíritus de las personas que fallecieron en el centro hospitalario, mientras el guardián se parte de la risa.
"Ustedes tenían que haber escuchado aquí una madrugada, a eso de las 2, cuando cogí el ascensor para echarle un vistazo a las plantas y él solito se puso en marcha y se paró en la planta 2 sin que yo hubiera apretado ningún botón", cuenta. El hombre, mosqueado por el asunto, volvió a bajar y se fue a buscar al perro para que "se diera una vuelta por la planta segunda y comprobar si se había metido alguien".
"Subí con el perro, pero el animal se negó a salir del ascensor y no se movía de mi lado", cuenta mientras se muestra absolutamente escéptico sobre la posibilidad de que el fenómeno se pueda atribuir a la travesura de un fantasma. "Los fantasmas no existen, mi niña", insiste mientras recalca que no tiene ningún miedo a pasar solo las noches en el inmueble y que, salvo lo del ascensor, no ha notado nada extraño. Pero para sus compañeras, el comportamiento del ascensor y el susto del perro son una demostración más de los sucesos paranormales que allí se producen. Para el guardián son simples misterios de la técnica."Los aparatos a veces se gobiernan solos", bromea. Sus compañeras insisten y aseguran que si hicieran una grabación, "seguro que captan psicofonías".
FUENTE: LA PROVINCIA 11-9-04 |
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